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Perla Prince
Perla Prince
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Explora la exclusividad con nuestras Perlas de Agua Dulce Prince. Cada perla, con su forma única e irregular, garantiza que no encontrarás otra igual. Esta singularidad aporta un carácter especial y personal a cada joya.
La serie Prince no es solo un adorno, sino un reflejo de tu identidad. Puedes lucirlas como un colgante en una cadena o en un aro, adaptándose a tu estilo y a cada ocasión.
Las Perlas Prince son ideales para cualquier evento, resaltando con su elegancia natural. Son más que simples accesorios; son una extensión de tu personalidad.
**Características Técnicas:**
Cada pieza, elaborada en latón y bañada en oro de 24 kilates, cuenta con una encantadora ranita que abraza literalmente cada perla. Esta representación simboliza el amor que Prince siente por estas gemas, un sentimiento que compartimos todos. Las perlas naturales de agua dulce, de aproximadamente 12 mm, destacan por su belleza y el detalle afectuoso de la ranita.
**Con las Perlas Prince, lleva contigo no solo exclusividad, sino también amor y diversión.**
**Nota Importante:**
Cuando realices tu pedido de esta pieza, tienes la opción de enviarnos un correo para elegir la perla que deseas. Como cada una es única, seleccionamos y montamos las perlas en función de su singularidad y belleza, asegurando que tu joya Prince sea tan única como tú.
Cuidados
Cuidados
productos abrasivos, químicos o de limpieza.
Evitar también el contacto prolongado con el agua y no
guardar las piezas en lugares húmedos.
- No someter las piezas a una exposición constante a la luz
solar o altas temperaturas al guardarlas.
- No aplicar cremas, colonias, jabones o cualquier otro
producto cosmético con las joyas puestas.
- Preferiblemente guardar las joyas en su caja o una bolsa
de tela, para evitar el roce con otras piezas o superficies.
Además de mantenerlas alejadas de objetos de goma, ya
que puede provocar que el baño de oro oscurezca.
- Limpiar las joyas únicamente con gamuzas suaves o
trapos de algodón ligeramente humedecidos con agua
templada y, si hiciera falta, jabón neutro. En caso de
necesidad, se podría utilizar un cepillo de dientes extra
suave, para acceder a zonas más complicadas. Siempre sin
someterlas a una presión excesiva o una limpieza
demasiado prolongada, ya que esto también podría
deteriorar su baño de oro. Y asegurándose de secarlas
completamente después de este proceso.
Utilizar el paño que acompaña las piezas para limpiar
posibles zonas ennegrecidas por el tiempo.
